¡ES HORA DE LIMPIAR!
- Richard Zhao
- 21 sept 2014
- 2 Min. de lectura
El sábado 20 de septiembre nos tocó ir a pamplona alta y como siempre ayudar a las madres. Lo que hicimos hoy fue especial porque por primera vez hicimos un trabajo que se requiere la participación del cuerpo.
Fuimos a la casa de una señora en donde había un gran desorden y suciedad. Me detuve un rato y realmente sentí que debo agradecer que nos dieron esta vida. Nuestro objetivo era limpiar la casa, ordenar las cosas, tender las camas, lavar los platos y los cubiertos, etc.
Nos separamos por trabajo y aproximadamente en 30 minutos terminamos todo. Yo me encargué de lavar los platos y los cubiertos de voluntario con dos otros compañeros. Quise lavar los platos porque era fácil pero estaba equivocado. No había mucha agua y normalmente cuando lavamos los platos usamos mucha cantidad de agua. Había también poca pero suficiente lavavajilla ya que estaba a punto de acabarse. Lo que hacíamos era poner todos los platos, cubiertos y otros en un lugar todo junto con agua. Luego agarramos cada uno de estos y los limpiamos con la lavavajilla. Luego de eso lo enjuagábamos en otro balde de agua limpia. Esto era un gran problema porque la limpieza no es muy buena y se queda todavía alguna suciedad por falta del agua y eso afecta a la salud de la señora y a la de sus hijos porque utilizan esos cubiertos sucios para comer.
Cuando terminamos nuestro trabajo, la señora estaba agradecida porque todo ese trabajo ella lo hacia sola y se demoraba medio día cada día. Me sorprendió la verdad sobre la demora y cuando lo rápido que se puede lograr si lo hacer en multitud.
Al término, creo que es una experiencia buena porque así nosotros aprendimos que hay muchas personas que no viven con nuestras condiciones y sin embargo algunos queremos más cosas sin un poco de gratitud.
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